Los “Jupiter” retrógrados

Ciertos planetas gigantes, los llamados “Júpiter calientes” por su tamaño y cercanía a su estrella, giran en torno a ésta en sentido contrario al que rota la estrella.  Esto es particularmente extraño dada la distancia entre la estrella y el planeta.

En un estudio publicado en Nature, el físico teórico de la Universidad Northwestern en Chicago, EE.UU., Frederic A. Rasio y su equipo dan una explicación para estas órbitas extrañas.  Modelaron por ordenador cómo un “Júpiter caliente” puede girar e ir en la dirección opuesta a la rotación de la estrella.  La causa es encuentra en las perturbaciones gravitacionales originadas por un planeta más lejano.
Cuando más de un planeta orbita alrededor de una estrella, las perturbaciones gravitacionales entre ellos puede hacer que las órbitas varíen, o lo que es lo mismo, la órbita en la que se formaron no tiene por qué quedarse así para siempre.

Ilustración por Lynette Cook

Hasta ahora pensabamos de nuestro sistema solar que era uno de los típicos en el Universo.  “Pero no es cierto”, indica Rasio.  Así se explica que desde el principio todo lo relacionado con los sistemas planetarios extrasolares resultase extraño.  Según Rasio, “aprender acerca de estos otros sistemas proporciona un contexto sobre lo distinto que es el nuestro. Ciertamente, parece que vivimos en un lugar especial”.

En su modelo, los investigadores asumen la existencia de una estrella similar al Sol, que forma un sistema con dos planetas.  El planeta interior es un gigante gaseoso similar a Júpiter, y en un principio estaría lejos de su estrella, donde se cree que este tipo de planetas se formaría.  En planeta exterior es también bastante grande, y se encuentra bastante más lejos de la estrella que su compañero.  Según transcurre el tiempo, llega un momento en que ambos planetas interactúan, y el planeta interior se ve perturbado.  Los efectos sobre éste, al principio débiles, se van acumulando a lo largo de eones, dando lugar a cambios significativos en el sistema: el gigante gaseoso interno pasa a orbitar muy cerca de la estrella y su órbita se encuentra en la dirección opuesta a la de la estrella central.

Joshua Winn, astrofísico en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), dice que una manera de confirmar este mecanismo sería buscar a los planetas “culpables” de dar la vuelta a las órbitas de estos “Jupiter retrogrados”.

Ver:

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *