Invetigadores de diversos departamentos de la Universidad de Stanford y de la Universidad de New York en Stony Brook, han realizado un estudio en el que analizan un grupo de 15 estudiantes jóvenes, en medio de una relación apasionada (en la que llevan 9 meses o menos), para intentar determinar si pensar en el ser querido puede aliviar el dolor físico.
Los jóvenes enamorados colocaban sus manos en un pequeño bloque cuadrado, el cual es causaba un dolor agudo, moderado, o nulo (no les producía dolor alguno). Cada vez, a los estudiantes se les asigno una de estas tareas: mirar una foto de su pareja; mirar una foto de un conocido igual de atractivo; o realizar una tarea neutra de distracción, como pensar en algún deporte.
Tanto observar el rostro del ser amado como es distraerse pensando en otra cosa disminuía la sensación de dolor aproximadamente en el mismo grado (un 12% a 13% para dolor agudo, un 36% a 45% para dolor moderado), aunque las zonas del cerebro activadas eran distintas, tal y como revelaron posteriormente escáneres fMRI (functional magnetic resonance imaging, en sus siglas en inglés). Se observó que mirar la foto del ser amado activaba el sistema de recompensa del sistema límbico, en particular la amígdala o el núcleo accumbens. Claro, que la disminución del dolor puede ser entendido como una recompensa en sí misma.
Los resultados apuntan a que la activación por medios no farmacológicos del sistema de recompensa, puede aliviar la sensación de dolor físico.
(PLoS ONE),
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